Hay quién dice que un año nuevo es un libro con 365 páginas por rellenar, 366 en este caso. Otros creen que es un nuevo intento para cumplir esos propósitos que cada año nos hacemos y rara vez cumplimos. Para mí, cada año nuevo son oportunidades de aprender, de crecer y de mejorar. Son 366 días para hacer todo aquello que nunca nos hemos atrevido a hacer, para aprender aquello que siempre nos despertó curiosidad o para convertirnos en lo que queremos ser. Mi año se llenará de coaching, ¿y el tuyo?

Al empezar un año, nadie sabe lo que le deparará ni las experiencias que vivirá en él. Yo, que hace un año ni siquiera sabía lo que era el coaching, me hallo trabajando en una escuela en la que me siento como en casa. He participado en una formación que me convertirá en coach y he conocido un grupo de personas que valen su peso en oro. Habrá quien dice que es una simple casualidad pero la verdad es que yo no pienso así. Mediante mi forma de ser y una serie de hechos provoqué mi llegada a la calle Cádiz en la que hoy soy uno más.

La vida pasa y cada año se nos abren miles de puertas, en las que, mediante nuestros actos decidimos entrar o no. El año pasado, me planté frente a una puerta con un pequeño letrero que ponía “Destino coaching” y hoy en día, no sé cómo saldré de aquí si es que lo hago. Esta experiencia me ha hecho mejor persona y me ha enriquecido profesionalmente y, algo que te hace sentir así, no debe salir de tu vida. 

2020 ha comenzado y ha entrado con mucha fuerza, suerte que entre todos conseguiremos frenarlo un poco. Hace un par de días nos visitaron los Reyes Magos y si nos hemos portado bien, nos habrán traído todo lo que pedimos. Yo lo que les pedí a los Reyes Magos fueron tres cosas: felicidad, tranquilidad y coaching. Lo único que espero es que cuando haga balance al final de este año, llegue a la conclusión de que sí que me lo trajeron.

Ojalá que los Reyes Magos os hayan traído ambición, ya sea para ser mejor persona, profesional o lo que sea, pero que os haga mejor. En este nuevo año, volvemos a tener la opción de ser mejores y yo, tengo claro que este año seguiré introducido en el coaching para poder ser mejor.

Ahora hablo a todos aquellos que estén leyendo este texto, si tenéis algo en la vida que os hace sentiros vivos, no lo tiréis a la basura. Si no lo tenéis, lo menos que podéis hacer es buscarlo.

Empieza un nuevo año que, como he dicho, está lleno de oportunidades, ¿y de coaching?

Escrito por: Jorge González Bustillo

Estudiante de Periodismo de la Universidad Europea del Atlántico